Es una suerte para él, muy merecida, y por ende también para todos los que hemos seguido su carrera.
Felicidades tanto para él como para su familia, que como ocurre en muchas ocasiones cuando vives en un pseudo-país tercermundista, tienes que dejar tu residencia habitual y largarte al extranjero en busca de tus ideales. La verdad es que nadie por esta cochambrera de territorio a utilizado el entorchado de Jorge, pues sería como para echarle al atrevido sujeto al mar con una piedra al cuello.
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